jueves, 7 de enero de 2021

 

El poder y el capital contra la democracia

Autor: Armando Peraza Guzmán

 

El poder que es adictivo por un lado y los intereses de las grandes corporaciones por el otro, están subvirtiendo a la democracia en todo el mundo y los EEUU y México no son la excepción. Estamos viendo un nuevo mundo donde los reclamos de las poblaciones son cada vez más fuertes y ponemos como ejemplo los embates contra el outsourcing en México o el Black Lives Matter en EEUU.

Todo lo anterior provoca una respuesta tanto de los intereses de los grandes corporativos, como de los hombres del poder que en la extrema derecha –Ejemplo: Claudio X en México o Donald Trump en EEUU— quienes encaran irracionalmente estas respuestas a sus esquemas depredadores, sin tomar en cuenta los costos políticos que esto le representa, pues va en contra de la lógica centrada en el consenso y el diálogo que junto a lo razonable han postulado grandes filósofos políticos como Hanna Arendt o Isaiah Berlin y son parte sustantiva en la configuración de los nuevos modos de la democracia posmoderna que no están basados en la razón ni la ciencia, sino en la justicia y la libertad centrada en lo razonable de la convivencia humana.

Los grupos de la extrema derecha representantes del gran capital, se están fortaleciendo gracias  a los grandes recursos que se les están canalizando para apoyarlos en contra de este tipo de políticas populares que buscan revertir, cada vez con más fuerza, los estragos que el neoliberalismo causaron en el mundo y sobre todo, en el poder adquisitivo de las mayorías, las cuales fueron empobrecidas brutalmente, para, con estos excedentes, fortalecer al capital en detrimento del trabajo, creando distorsiones brutales que están destruyendo el sistema capitalista y por ende al sistema democrático que es consubstancial al capitalismo.

No debemos olvidar que el capitalismo y la democracia crecieron juntos y se han fortalecido mutuamente, tal y como postula Weber al hablar del tipo ideal “legal” donde florecen juntos la democracia y el capitalismo. Posiblemente el “New Deal” de Roosevelt es el ejemplo del mayor empuje que sufrió el capitalismo en su desarrollo y creo la gran riqueza americana (de EEUU), que es un ejemplo de democracia en el mundo al fortalecer a las clases medias y crear un sistema capitalista basado en el consumo popular y la democracia representativa.

Este sistema no es perfecto y se ha topado con fuertes límites que pueden ser vistos como contradicciones, ya que se está topando con los abusos al medio ambiente y con el deterioro de la ecología o con derechos de las minorías que buscan acceder a este modelo, acceso que por su masificación está provocando el deterioro del mundo en que vivimos y que por ende, debe replantear democráticamente el nuevo rumbo del desarrollo, para que este logre abarcar a la humanidad y no sólo a un país o países, en deterioro de las grandes masas pertenecientes sobre todo a los países subdesarrollados.

Sin embargo, este hecho no puede ser pretexto para acabar con el sistema democrático que tiende a fortalecerse al darle cabida a los derechos de las minorías o a los derechos a tener un mejor medio ambiente, lo cual obviamente está en contradicción con las ganancias del gran capital que posee en este momento el poder en casi todo el mundo gracias a los recursos que canaliza para mantenerse en él, sin tomar en cuenta las grandes contradicciones que puede generar este proceso y que estamos viendo día a día en el mundo, sin que en México seamos ajenos a él.

Los excesos a que nos puede llevar el deseo del gran capital para mantener el statu quo, están a la vista, el intento brutal de Donald Trump para mantenerse en el poder a costa de la democracia americana o los intentos desestabilizadores de la derecha en México ante un gobierno popular que llegó al poder con un masivo apoyo popular, son un claro ejemplo de ello.

Ambos grupos –los republicanos en los EEUU y la mancuerna empresarios y partidos en México --(PAN, PRI y PRD) -- no entienden que sus excesos están destruyendo a la democracia y pareciera que les importa más mantener los brutales márgenes de ganancia del gran capital y sus intereses políticos y económicos particulares, sin entender el daño que le puedan causar a estos países. Están soltando al tigre sin entender que todos vamos a ser perjudicados con la desaparición de la democracia, pues no sólo muere ella, también muere el sistema capitalista en que vivimos y mueren las libertades que no son tan caras en nuestra vida cotidiana.